Los militares rusos estaban llevando a cabo esta semana un simulacro militar sin precedentes. El primer regimiento misilístico de la subdivisión de la defensa antiaérea de la Flota del Norte aprovechó la ocasión para tomar la guardia en la región de Múrmansk, que a partir de ahora será su lugar de despliegue permanente. La unidad también participó en las maniobras.
El elemento central que el regimiento puso a prueba el sábado fueron los sistemas antimisiles S-400 Triumf. En el marco de los ejercicios, los complejos lograron abatir 10 blancos que imitaban a objetivos aéreos balísticos, objetivos de baja altura y objetivos operacionales y tácticos.
Las capacidades del S-400 permiten detectar y abatir todo objeto aéreo —sea un avión o un misil balístico— en un radio de 400 kilómetros y a una altura de entre 5 metros y 60 kilómetros. El complejo es capaz de vigilar simultáneamente hasta 36 blancos aéreos de cualquier tipo y contraatacarlo con hasta 72 misiles.
El radar del sistema puede clasificar los blancos en función de su peligro, a partir de lo cual a cada objetivo se le 'asigna' un misil correspondiente (en total el sistema opera cinco tipos de misiles). Los misiles están diseñados para destruir varios objetivos y a diferentes alturas, con lo cual el sistema Triumf es capaz de crear una defensa antiaérea de varias 'capas'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario